LA MEDIACIÓN DE SEGUROS

He tenido varias etapas en mi vida y todas ellas sumadas, han derivado en lo que soy hoy. Cuando comencé en el mundo del seguro por casualidad, no conocía el producto ni su verdadera finalidad, me sentía juzgado y etiquetado por la sociedad sin poder dar a conocer mis intenciones y fondo como persona, poco a poco me fui afianzando basándome en mi productividad, con mucho esfuerzo y constancia, todo gracias a las personas que me ayudaron no sólo a formarme como profesional sino como persona, con valores y responsabilidad ante nuestra compañía y nuestros clientes.

Ni mi compañía ni yo éramos conocidos en mi localidad y tras años de evolución, fui junto a mi amigo y socio, Juan Antonio Perea, creciendo profesionalmente hasta que decidí ser Corredor de Seguros. En principio por ampliar nuestra capacidad de retención y ampliación de la cartera, tomando decisiones a corto plazo sin tener en cuenta otras circunstancias que las del día a día. 

Pasados 30 años, tanto mi socio como yo hemos vivido las mismas experiencias, que serían largas de contar, pero ambos hemos llegado a una situación que, con una perspectiva más amplia, continuamos manteniéndonos unidos pero desilusionados en este sector, planteándonos incluso nuestros inicios y reprochándonos el no haber iniciado otra actividad donde quizás nos hubiésemos sentido más valorados tras el esfuerzo realizado tanto por el mercado como por nosotros mismos.

Vemos que las grandes empresas del sector mantienen una distancia enorme con los profesionales, teniendo en cuenta sólo nuestra productividad y rentabilidad, pero sin dejarnos opinar en todo el proceso. Vemos cómo el sector va evolucionando en una dirección donde la confianza y la profesionalidad no se tienen en cuenta, sintiéndonos como subastadores sin valor.

El sector evolucionará sustituyendo a personas por robots con Inteligencia artificial, con voz que realicen un trabajo más fluido y mecánico, el problema es que el sector ya nos está utilizando a día de hoy como tales robots, sin tener en cuenta que somos personas que sienten y dudan.

Estamos en épocas de uniones y absorciones de negocio pensando de un modo cortoplacista, tal y como lo hicimos nosotros en su momento, pero ¿Será ésta la solución a la mediación?, pensamos que no. La imagen del hámster dando vueltas a la ruleta se me viene a la mente, teniendo la falsa sensación de libertad, pero sin avanzar en absoluto.

Y no olviden esos grandes grupos que su problema será el mismo que el pequeño mediador tiene hoy, son más grandes, pero ocupan el mismo roll en el sector, es como la marea que sube, ahogará a los más bajitos, pero seguirá subiendo ahogando al más alto.

Es decisión de todos y de uno, el dejarse llevar por las circunstancias del mercado, pero ¿Es esa la solución?, creo que no. Estos “pseudolíderes” de las grandes asociaciones deberían ver el sector desde otro punto de vista, que es la subsistencia de la mediación y cómo tendríamos que actuar para que nuestro sector no siga prostituido en base a las directrices del mercado y de quien nos gobierna.

Mientras, veremos dramas personales donde profesionales salen del sector por los recortes de las grandes compañías donde su única misión es la rentabilidad.

La solución es más global y debería ser planteada por todos, o de otro modo seguir girando en la ruleta manteniendo nuestra mente ajena al futuro.

Lo que no hagamos hoy, afectará a los que vengan.

¿Qué opinas tú?

Autor: JOSÉ ERNESTO DE LA VEGA.